SEAMOS PERSONAS QUE DEJAN HUELLA NO CICATRICES
El mundo en el que vivimos actualmente exige que seamos
competitivos, ser grande es casi una obligación hacia la que nos sentimos arrastrados,
esto hace que muchas personas pisen a los demás para poder ser los mejores y
lograr ese primer puesto tan ansiado.
En ocasiones, esta obsesión por llegar más allá que los
demás, responde a una falta de autoestima y seguridad, que tiene sus raíces donde
nace ese miedo a que alguien nos supere. Pensamos que jugando limpio no conseguiremos
nuestro objetivo porque sabemos que siempre habrá personas mejores que
nosotros.
Todos tenemos nuestras propias metas pero, debemos llegar a
ellas sin que nadie más se vea afectado. Es cierto que en determinadas
circunstancias todos luchan por un mismo fin y ahí el mejor normalmente gana.
Pero, no pasa nada si es otro el que llega arriba. Si lo has hecho bien, habrás
aprendido y sabrás que existen otras posibilidades. No es necesario ser grande
cueste lo que cueste.
La mejor posición para llegar a la cima es cuando nos
situamos al lado, no encima de las personas ya que las personas que se
encuentran a tu lado pueden ser los mejores propulsores para que logres tus
metas mientras que si quieres aplastarlas para conseguir tus objetivos, te estás
perdiendo la oportunidad de aprender de ellas.
A veces, no sabemos por qué queremos ser mejores que los
demás. Simplemente, necesitamos hacernos notar para llenar nuestro ego y
dibujar miradas de envidia. Pero, esto no es lo que nos llena, al contrario nos
hace sentir vacíos aunque lleguemos a la
meta. Porque, debido a nuestra actitud, no llegaremos acompañados, sino solos.
Entonces cuando te suceda lo único que quieres es estar en
el primer lugar, por encima de todo el mundo, cueste lo que cueste, pregúntate “¿para
qué? “pues los éxitos en soledad y por el solo hecho de sentirnos mejor que
otros, no tienen un aliciente que vaya más allá.
Para alcanzar nuestras metas no podemos pisar a los demás,
pues nosotros solo arrastramos porquería bajo los zapatos. Además, que eso
significa que hemos jugado las cartas de la mentira, la deshonestidad, hemos
perdido amigos y hemos decepcionado a muchas personas. Puede que estemos arriba
de todo, pero no estaremos del todo satisfecho porque nuestra forma de actuar
no ha sido la correcta.
No tenemos que ser grandes a cualquier precio: así no
merecerá la pena llegar hasta el final. Está bien que pensemos en nosotros
mismos y en nuestro propio beneficio, pero
nunca nuestra actitud debe estar orientada a pisotear a los que están a nuestro
alrededor, quizás lo hemos hecho alguna vez, pero no nos hemos dado cuenta.
La clave para reconocerlo esta en ser conscientes de que estamos
pisando y jugando sucio a los demás cuando:
- Denigramos en público el trabajo de otros, burlándonos de
sus logros
- Cuando intentamos destacarnos, pero como no se puede,
salvamos la situación humillando y criticando el trabajo de los demás.
- Cuando no exista verdadero aprecio hacia las personas que
hay alrededor
Es muy difícil mantener lo que no se ha logrado de la mejor
manera. Es más, tal vez cuando emprendamos el descenso, nos encontraremos con
todos aquellos que una vez habíamos pisoteado. “Cuidado a quien pisas para
subir porque quizás te lo encuentres al bajar”.
Seamos personas que dejan huella, no cicatrices
#DANAMILANO #danamilanocoach
Zen-Coach, Educadora de Emociones
Para charlas y asesoría personal o empresarial comunicarse
a través del email coach@danamilano.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario