ENTENDER NUESTRO CUERPO ES ENTENDER EL LENGUAJE EMOCIONAL
Todos estamos sintiendo que el mundo está cambiando, de
hecho podemos observarlo en la tecnología, en la manera como nos comunicamos,
en el tiempo.
Para afrontar este nuevo mundo necesitamos explorar nuestra
parte más emotiva y creativa, que es nuestro cuerpo ya que a través de él,
podemos comunicarnos y podemos reflejar cómo
nos sentimos ofreciéndonos información constante sobre nuestro estado de ánimo.
Es por ello y de vital importancia entender los mensajes de nuestras emociones,
hacerlo; repercute no solo en nuestra salud, sino también en la forma en que nos
relacionamos con los demás.
Entender nuestro cuerpo es aprender a entender el lenguaje
de las emociones pues las causas más comunes de la enfermedad son las actitudes
y las emociones negativas. La búsqueda de atención, la evitación de situaciones
desagradables o huir de ellas, son situaciones donde nuestro cuerpo habla,
habitualmente produciendo síntomas como señales de que algo no va bien.
Las personas que no entienden que estas reacciones están
causadas por las emociones desagradables que experimentamos, sufren a menudo
enfermedades físicas causadas por su bloqueo emocional.
Por esta razón es importante diferenciar entre oír y
entender. Oír es solo usar ese sentido que nos hace situarnos en el mundo que
nos rodea. Entender tiene un especial sentido de prestar atención. Puede ser
que oigamos, pero que no estemos entendiendo.
Entender implica un compromiso, significa estar ahí,
percibir lo que nuestro cuerpo y emociones
nos dicen, y lo que nos quieren trasmitir.
Existen numerosas
investigaciones que avalan el poder de las emociones sobre el cuerpo humano.
Los investigadores han encontrado una relación más que evidente entre el dolor
y el estrés.
El estrés emocional, problemas emocionales manifestados a
nivel físico, que no logramos gestionar correctamente, puede dejarnos su marca
permanente en nuestro cuerpo.
Por Ejemplo
La depresión, la ansiedad, la irritabilidad, el, miedo, y
el nerviosismo. son consecuencia de pensamientos excesivos de temor al fracaso, excesiva autocrítica, lo que conduce que tengamos un trato brusco hacia los demás,
haciendo que algunas personas incrementen el consumo de tabaco, alcohol y otras
drogas, llevándola a tener un aumento o disminución del apetito, llantos,
rechinar de dientes. Además experimentar cambios físicos como tensión muscular,
manos frías o sudorosas, insomnio, dolores de cabeza, fatiga, problemas de
espalda o cuello, respiración agitada, alteraciones en el sueño, disfunción
sexual.
La clave principal para adaptarnos a este cambio está en
atender nuestra mente, ya que ella es responsable de nuestros pensamientos
elevados, que nos permiten sopesar el costo y el beneficio de la toma de decisiones,
además de que cuando la escuchamos podemos reconocer nuestros sentimientos y
emociones.
Es escuchando nuestro interior como podremos prepararnos
para superar los sentimientos y las emociones desagradables, y así poder concentrarnos
en las actividades de la vida diaria. Reconocer estas emociones es el primer
paso para superarlas.
La segunda clave está en que antes de enfadarte, culparte o
bloquearte, escucha a tu interior, aparta de tu mente, las emociones y los
sentimientos negativos. Prepárate física y mentalmente para escucharte
atentamente, nadie es mejor interlocutor para tu cuerpo que tú mismo.
Y tercero entender que combatirse a uno mismo es la guerra
más difícil; vencerse a uno mismo es la victoria más bella
#DANAMILANO #danamilanocoach
Zen-coach, Educadora de Emociones
Para asesoría y consultas personales y privadas comunicarse
escribiendo al email coach@danamilano.com