LA ANSIEDAD EN SU
MEDIDA NO ES MALA, AL REVES NOS HACE MAS HUMANOS
Cuando en nuestra vida llega una situación problemática que
supone una amenaza nos ocurre a todos que nos ponemos ansiosos, y nos ponemos
ansiosos, porque es como si nos diera
miedo nuestro propio miedo, como consecuencia
nos quedamos bloqueados en un círculo vicioso del que resulta difícil
escapar, a causa de ello hacemos todo lo
que esté en nuestra mano para evitar sentirla y como en cualquier estrategia de
evitación, al final obtenemos el famoso “efecto rebote”, es decir, nos ponemos aún
más ansiosos de lo que estábamos.
¿Por qué tememos a nuestra ansiedad?
Todos los miedos sin fundamento proceden de las ya
conocidas creencias irracionales. Esas verdades absolutistas y exageradas que
nos han inculcado a lo largo de nuestra vida y que nosotros hemos hecho
nuestras.
Nos han dicho cosas como que “debemos ser fuertes”, “la
ansiedad te puede matar o volverte loco”, “las personas inteligentes y fuertes
no se ponen ansiosas”, “ser ansioso te aleja de los demás”. Entonces el
concepto de ansiedad lo conceptualizamos como algo “peligroso” y por esta razón
es por la que nos da miedo ser ansiosos.
Pero, no sabemos que la ansiedad es una emoción básica y primaria,
que nos ayuda a salvaguardarnos de los peligros reales que pueden comprometer
nuestra vida y además gracias a ella hemos podido sobrevivir como especie y
como individuos, con lo cual, la ansiedad no es mala en su medida al revés, nos
hace humanos.
Si queremos ser menos ansiosos, La clave está en no querer
ser menos ansiosos. Parece contradictorio pero en psicología la paradoja se da
en numerosas situaciones, dejemos de considerar a la ansiedad como una emoción
horrible e insoportable. Es cierto que los síntomas fisiológicos de la ansiedad
pueden resultar muy molestos y desagradables pero seamos conscientes de que
cuando nosotros mantenemos una mente exigente, que quiere conseguir lo que desea
caiga quien caiga, estamos haciendo justamente que eso que exigimos tener se
aleja más. Es decir, si nos exigimos no ser personas ansiosas -entendiendo
exigir como que no toleramos ni un ápice de ansiedad- al final nos pondremos
más ansiosos.
El ejercicio mental que tenemos que hacer es cambiar la
exigencia por la preferencia. Es decir, tolerar que como humanos que somos,
muchas veces en nuestra vida vamos a sentir ansiedad y eso no es ni malo ni
bueno, simplemente es normal.
Ser ansioso no significa nada más que ser ansioso y no hay
que darle más vueltas. No quiere decir que somos débiles, ni enfermos, ni
inferiores a nadie. Esas personas que ves por ahí y que parecen tan fuertes
emocionalmente también han sentido y sienten ansiedad en sus vidas.
Por lo tanto, mira a la ansiedad a los ojos, déjala que
venga a ti, siéntela, abrázala, dile que es un poco pesada pero que tampoco te
cae tan mal. Solo cuando hagas todo esto y de verdad la quieras, podrás darte
cuenta que forma parte de todo ser humano y que en su medida no es mala al revés
nos hace más humanos
#DANA MILANO #danamilanocoach
Zen-coach y Educadora de Emociones, para consultas y asesoría
escribir a coach@danamilano.com
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