TENER DISCIPLINA MENTAL
Tener una disciplina mental y centrar la mente es algo
fundamental para descubrir quiénes somos y en quiénes nos queremos convertir.
Sin un método para lograr la disciplina mental y gestión
de las propias emociones, siempre sentiremos que perdemos las batallas en las
que nos hallamos sumidos, la mayor parte de las veces por pura casualidad.
Es como tener 100
gallinas en un camión que no paran de cacarear. Al
final hay cacareo y plumas por doquier, pues son incapaces de quedarse quietas.
Si nosotros no intentamos asentar el revuelo que provocan las gallinas
de nuestro pensamiento, nunca podremos ser dueños de nosotros mismos y de
nuestro destino. Estaremos
a merced de las gallinas alborotadas, y luego echaremos la culpa a los de fuera
porque nos mueven el camión.
Una mente centrada se consigue con la meditación y con la
observación. En lugar de ceder ante la más mínima provocación o estímulo,
sabemos respirar y nos entrenamos para
pararnos, sin responder de inmediato y elegir la clase de acción que deseamos
llevar a cabo.
Aprendemos a
reconocer las circunstancias y nuestras emociones más instintivas y a convertirnos en observadores curiosos
de la vida y de nosotros mismos. Al hacerlo, la existencia se convierte en una
película colorida interesante en lugar de una montaña rusa que nos arrastra sin
remedio y sin control.
DANA MILANO
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