LAS
PRINCIPALES RAZONES DEL FRACASO.
Las principales razones del fracaso son: Pérdida de confianza y
esfuerzo mental excesivo.
Hay más confianza cuando se conoce el funcionamiento de la mente.
Al ignorar este funcionamiento, se obstaculizan las respuestas a las plegaria, naciendo la desconfianza en la gran mayoría de las personas.
Es importante recordar, que una vez la mente subconsciente acepta una idea, la ejecuta de inmediato, recurriendo a sus poderosos recursos, movilizando los principios mentales y espirituales hacia el fin deseado.
Esta ley es cierta tanto para ideas malas o negativas como para las ideas buenas o positivas. Por consiguiente, si le presentas ideas negativas, responderá con problemas, fracasos y confusión; si le presentas ideas positivas, responderá guiándote y dándote paz mental.
La respuesta adecuada es inevitable cuando vuestros pensamientos son positivos,
constructivos y alegres. Lógicamente, el apoyo necesario para vencer cualquier fracaso es que la mente subconsciente logre la aceptación de vuestra idea o súplica, estando convencidos de su presente realidad; los principios mentales harán el resto.
Las frase» de tipo dudoso y negativo traen también la falta de respuestas. Por ejemplo:
"Las cosas empeoran"; "Jamás obtendré la respuesta"; "No veo salida"; "estoy desesperado";
"No sé qué hacer"; "Estoy desamparado". Al lanzar o pensar en tales expresiones, el principio activo del subconsciente las rechaza y la mente subconsciente no presta su colaboración.
Quedas estancado como soldado marcando el paso, ni avanzas ni retrocedes.
Jamás obtendrás respuesta si utilizas la represión, coerción o fatiga mental. La mente subconsciente no responde ante algo forzado, sólo cede a la confianza, es decir, a la aceptación consciente.
Si tomas un taxi y le das al conductor media docena de direcciones, todas diferentes, es muy probable que el conductor se confunda y rehusé llevarte o transportarte de mala gana a cualquiera de ellas.
Lo mismo sucede cuando trabajas con la mente subconsciente; es necesario presentarle una idea clara, con la convicción de que existe una solución a su problema o enfermedad. Sólo la inteligencia infinita contenida en su subconsciente conoce la respuesta.
Hay más confianza cuando se conoce el funcionamiento de la mente.
Al ignorar este funcionamiento, se obstaculizan las respuestas a las plegaria, naciendo la desconfianza en la gran mayoría de las personas.
Es importante recordar, que una vez la mente subconsciente acepta una idea, la ejecuta de inmediato, recurriendo a sus poderosos recursos, movilizando los principios mentales y espirituales hacia el fin deseado.
Esta ley es cierta tanto para ideas malas o negativas como para las ideas buenas o positivas. Por consiguiente, si le presentas ideas negativas, responderá con problemas, fracasos y confusión; si le presentas ideas positivas, responderá guiándote y dándote paz mental.
La respuesta adecuada es inevitable cuando vuestros pensamientos son positivos,
constructivos y alegres. Lógicamente, el apoyo necesario para vencer cualquier fracaso es que la mente subconsciente logre la aceptación de vuestra idea o súplica, estando convencidos de su presente realidad; los principios mentales harán el resto.
Las frase» de tipo dudoso y negativo traen también la falta de respuestas. Por ejemplo:
"Las cosas empeoran"; "Jamás obtendré la respuesta"; "No veo salida"; "estoy desesperado";
"No sé qué hacer"; "Estoy desamparado". Al lanzar o pensar en tales expresiones, el principio activo del subconsciente las rechaza y la mente subconsciente no presta su colaboración.
Quedas estancado como soldado marcando el paso, ni avanzas ni retrocedes.
Jamás obtendrás respuesta si utilizas la represión, coerción o fatiga mental. La mente subconsciente no responde ante algo forzado, sólo cede a la confianza, es decir, a la aceptación consciente.
Si tomas un taxi y le das al conductor media docena de direcciones, todas diferentes, es muy probable que el conductor se confunda y rehusé llevarte o transportarte de mala gana a cualquiera de ellas.
Lo mismo sucede cuando trabajas con la mente subconsciente; es necesario presentarle una idea clara, con la convicción de que existe una solución a su problema o enfermedad. Sólo la inteligencia infinita contenida en su subconsciente conoce la respuesta.
NAMASTE!!!!
DANA MILANO
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