viernes, 22 de julio de 2016

EN LA VIDA TODO AQUELLO QUE TIENE QUE SER SERA A SU TIEMPO Y EN SU MOMENTO

EN LA VIDA TODO AQUELLO QUE TIENE QUE SER SERA A SU TIEMPO Y EN SU  MOMENTO
Para ser feliz hay que tomar decisiones y solo cuando somos capaces de promover ese cambio en nuestro interior, lo que está a nuestro alrededor también queda impregnado por dicho movimiento. Si hay algo que las personas aprendemos tarde o temprano es que no sirve de nada esperar a que las cosas sucedan por sí mismas.
Uno de los escritores más notables de la historia de la literatura Antón Chejov. A través de sus cuentos nos ensena que las personas vulgares son aquellas que esperan siempre lo bueno y lo malo del exterior, mientras que las sabias, son las que lo esperan todo de sí mismas.
Cuando dejas de esperar la vida cambia. Es algo que he aprendido con el tiempo, porque no basta solo con desear, porque un deseo lanzado al aire en una noche estrellada no cambia nada, en cambio, una decisión lo cambia todo.
Ahora bien, el arte de esperar sin desesperar implica que durante ese tiempo vayamos plantando “semillas” o sea pequeñas acciones, enfoques de pensamiento e iniciativas que por sí mismas, también generen su propio movimiento. Esperar, no significa quedarnos quietos y echar raíces en nuestras zonas de confort mientras instalamos nuestras miradas en las ventanas de la vida, aguardando a que la suerte llame a nuestras puertas.
Esperar significa que es el momento de dejar a un lado lo que sentimos para pensar en lo que necesitamos de verdad. El mundo no es de color de rosa, lo sabemos, pero en realidad, tampoco es negro ni hostil. La realidad es del color con el que tú quieras verla. Ya que cuando dejas de esperar la vida cambia
La clave para generar ese cambio está en seguir estrategias como:
-Tener claro es que en materia de felicidad y de consecución de sueños no hay ninguna fórmula mágica. Cada uno de nosotros hemos de ser capaces de hallar la ecuación que mejor nos funcione en base a nuestras necesidades, carácter y circunstancias.
-No tener miedo a equivocarnos, al error, al fracaso. Esto implica tomar decisiones, y si una de ellas no es la adecuada, no será el fin del mundo porque descubriremos qué decisiones sí pueden ser las correctas.
-Estar convencidos de que en la vida todo aquello que tenga que ser será a su tiempo y en su momento por esta razón:
“Prohibido sentarse a esperar a que la vida suceda”

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Zen-coach, Educadora de Emociones
Para asesoría personal o privada comunicarse a través del email coach@danamilano.com


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