viernes, 8 de julio de 2016

CUANDO LA HIPOCRECIA SUBE DE NIVEL SE CONVIERTE EN VERDADERA MALDAD

CUANDO LA HIPOCRECIA SUBE DE NIVEL SE CONVIERTE EN VERDADERA MALDAD

En muchas ocasiones de la vida nos hemos convertido en confidentes y amigos de personas que continuamente hablan de la vida de los demás, como si algún poder divino les hubiera otorgado esa autoridad, haciendo de la  hipocresía un recurso habitual en la comunicación, que les sirve de manera indirecta para reforzar sus valores buscando la complicidad del otro en aquello que critican. Porque todo aquel que habla mal de los demás en algún momento es un hipócrita.
Contar a otra persona lo que nos sucede con otros no es hipocresía, podría decirse que cumple una función vital en el ser humano. Hipocresía es contar  intimidades, juzgar y narrar historias que han sido reveladas por azar o descuido, pero que no dejan de pertenecer a la intimidad de alguien eso significa meternos en lugares en el que nadie debería entrar sin el consentimiento del otro.
Aunque por mucho que nos cueste creerlo, hablar mal de los demás vende. Engancha, da juego. Existen personas que por sus déficits en verdaderas habilidades sociales, utilizan conversaciones referidas a la vida de los demás para atraer y lograr la atención del resto.
Cuando encuentres personas así es mejor que te alejes de ellas para cuidar nuestro bienestar emocional, lo más sano para nosotros es poner límite ya que son toxicas y además hieren, sobre todo cuando esa persona ha formado parte de tu intimidad.
Hay que tener cuidado con quien habla y hace daño a las espaldas de los demás. Pronto podrías verte con ese mismo puñal en la espalda, sin saber quién te ha hecho sangrar ya que cuando la hipocresía sube de nivel se convierte en verdadera maldad.
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Zen-coach, Educadora de Emociones

Para asesoría personal y empresarial escribir al email: coach@danamilano.com

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