SER IMPECABLES CON
NOSOTROS MISMOS ANTE TODO Y NADA
La vida se vuelve una entidad que nos sucede a
la cual simplemente reaccionamos. Vivimos
con la sensación de que siempre hay que ir a alguna parte, que hay algo tenemos
que conseguir. Andamos con el piloto en automático y a velocidades alarmantes.
No nos damos cuenta de
ello pues estamos presos de nuestras representaciones mentales. Y todo sucede y todo pasa mientras intentamos resolver los grandes porqués de la
vida.
Nuestro estado normal
nos ha hecho olvidarnos de vivir. Buda
lo dijo hace miles de años: “El mundo exterior es únicamente una manifestación
de la mente en sí misma. La mente lo capta como un mundo exterior simplemente
por su costumbre de seleccionar y de razonar falsamente. El discípulo debe
hacerse el hábito de observar la verdadera esencia de las cosas”.
No hay afuera o adentro,
bien o mal, tú y yo, largo y alto, blanco y negro, ellos son conceptos de
relación, no la realidad.
Aprendamos a observar y
a estar presentes ya que es por medio de
la observación que nace la comprensión y se destruyen las barreras de la mente. La
clave es estar presentes, en todo momento, conscientes de todo lo que puede y
significa cada acción, de todo lo que lleva a ella y todo lo que de ella
deviene
DANA MILANO
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