Quizás estés intentando
dejar de comer, fumar o cualquier otro hábito que te gustaría abandonar porque
sabes que te es nocivo para la salud.
¡NO PUEDO DEJAR DE
COMER, por mucho que lo intento!
“No tengo hambre pero como igual”. “No puedo
frenarme cuando algo me gusta” “Cuando me doy cuenta voy por el tercer plato”.
Si estás frases te
suenan, este artículo te ayudará. En este artículo vamos a hablar del ansia por
la comida, pero se puede aplicar a cualquier otro tipo de adicción.
1. Primero averiguar las causas de la ansiedad por la
comida
Propongo, como norma, que hagamos un poco de
detectives de nuestro propio caso y que lleguemos al final de la investigación
de qué es lo que nos está haciendo comer así.
O sea, el tema no
está en encontrar algo que nos quite el hambre sino porqué como tanto.
Así esta misma pauta
nos valdrá para cualquier otro hábito como el fumar, el alcohol u otro tipo de
adicción.
Muy a menudo, la
ansiedad por la comida es producida por factores como el estrés o el exceso de
preocupaciones. En este caso hemos de reflexionar si ese tema tiene solución y
si no la tiene, ver qué cambio de actitud podemos tomar nosotros.
No te olvides de
respirar
El ejercicio físico
es indispensable en casos de ansiedad por la comida ya que ayuda a descargar
las tensiones y a oxigenarnos con lo cual disminuye la ansiedad por la comida.
Practicar la
respiración o el Yoga también será beneficioso.
Hay que tener en
cuenta que cuando estamos más nerviosos o angustiados siempre cambia nuestra
respiración que se vuelve más superficial y rápida.
Hay que tomar
consciencia de la respiración y aprender a controlarla. Si respiramos de un
modo más pausado y profundo nuestro estado de ansiedad también tiende a desaparecer.
Aunque no lo parezca
es una de las pautas básicas para el tratamiento de la ansiedad por la comida.
2. Ansiedad por la comida y necesidad de amor
Cuando alguien se
siente feliz dice a menudo que se siente satisfecho, lleno de felicidad. Es
evidente que hemos de reflexionar sobre las emociones que tenemos habitualmente
y hemos de sanar esos aspectos negativos como los celos, la ira, la envidia o
la necesidad de tener más y más.
Al principio del
artículo hemos comenzado diciendo que hemos de hacer un poco de detectives de
nosotros mismos y es a nivel emocional donde hemos de hacer un análisis más
profundo. Normalmente siempre que hay ansiedad por la comida o a cualquier otra
cosa alcohol, drogas, relaciones de
pareja destructivas, etc. siempre hay una gran falta de autoestima.
Aprender a querernos
un poco más, aceptándonos como somos y valorando nuestras virtudes es un primer
paso para amarnos y sentirnos amados.
Es el primer paso
para sentirnos llenos.
Pasos para mantener
el autocontrol
Observa lo que ocurre
cuando malgastas el tiempo en sentirte desanimado, temeroso o le das vueltas a
la cabeza. No te juzgues, simplemente date cuenta de la cantidad de energía y
emociones que derrochas sintiéndote mal inútilmente.
Prepárate para las
recaídas, después de todo estás enseñando a tu mente a asumir una respuesta
automática diferente a la habitual. Y si recaes, confía en ti, ¡seguro que tú
puedes!
Conclusión sobre la
ansiedad por la comida
Sintiéndonos
satisfechos de nuestra vida tendremos un mayor control sobre lo que comemos ya
que no dependeremos de algo externo para sentirnos por fin satisfechos.
De lo único que hemos
de tener siempre hambre es de aprender, de amar, de compartir y de ser más
felices.
DANA MILANO
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