LOS SENTIMIENTOS QUE
FLORECEN Y LOS QUE SON BASURA
Cuando aprendemos a mirar profundamente dentro de nosotros mismos, vemos
lo que nos hace florecer y lo que es basura. Cada uno de nosotros tiene ira, odio,
depresión, discriminación racial, y muchos otros tipos de basura, pero no hay
necesidad de que le tengamos miedo , podemos aprender el arte de transformar la
ira, la depresión y la discriminación racial en amor y comprensión.
Esto aprendizaje se logra con a través de la meditación. Según la psicología budista,
nuestra conciencia se divide en dos partes, como una casa de dos plantas. En la
planta baja hay una sala de estar, y la llamamos mente. Por debajo de la planta baja, hay un
sótano, y lo llamamos "almacén de la conciencia" En ese almacén, todo
lo que hemos hecho , experimentado, o percibido se almacena en forma de semilla
o películas. El sótano es un archivo de todo tipo imaginable de películas
almacenadas en una cinta de vídeo. Arriba, en la sala de estar, nos sentamos en
una silla a ver éstas películas, de las que nos servimos desde el sótano.
Las películas, como las de la ira, el miedo o la
desesperación, parecen tener la capacidad de subir del almacén por sí mismas
tanto si elegimos verlas o no, pero cada vez que son vistas por nosotros, ganan una mejor posición en el estante del archivo y
regresaran pronto, y sin darnos cuenta muchas de ellas nos están destruyendo.
Aprendamos a detenerlas es importante para nuestro
bienestar.
Nuestra conciencia es,
un terreno en el que cada tipo de semilla se puede sembrar, semillas de
sufrimiento, felicidad, alegría, tristeza, miedo, ira y esperanza, y la calidad de nuestra vida depende de la
calidad de las semillas en el almacén de la conciencia. Si manifestamos
semillas de ira, tristeza y miedo en nuestra conciencia mental, las semillas de
la alegría, la felicidad y la paz no podrán brotar y fortalecerse.
Practicar estar presente en cada instante es muy importante para poder reconocer cada semilla, que viene desde el
almacén, solo así podremos regar las más nutritivas, siempre que sea posible, para ayudarlas a
crecer más fuertes. En cada momento que nos demos cuenta de algo pacífico y
hermoso, reguemos las semillas de paz y belleza, y hermosos sentimientos florecerán en nuestra conciencia, dediquemos
tiempo a regar y cuidar
DANA MILANO
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