EL DIALOGO INTERNO
La persona promedio
habla consigo misma, ya sea mentalmente o en voz alta, un total de catorce
horas diarias.
¿Te puedes imaginar esto
y como impacta en nuestro factor de atracción? Más de la mitad del día estás
hablando contigo mismo.
Virtualmente, durante cualquier actividad
externa que realices, tu diálogo interno nunca se detiene.
Este eterno diálogo
mental entre tu consciente y tu subconsciente ocurre mientras conduces tu
automóvil, cuando estás trabajando o descansando, comiendo, hablando,
escuchando e, inclusive, durmiendo.
Siempre estás analizando
el resultado de algo que hayas hecho con anterioridad: estás preguntándote que
vas a hacer más tarde, revisando tus metas, juzgando y formándote opiniones de
otras personas o criticando tu propio comportamiento.
Hablar con uno mismo, meditar,
reflexionar, cuestionarse, es una forma
de programar y reprogramar nuestra mente, de afirmar nuestros valores, de
establecer creencias o ideales acerca de diferentes situaciones o personas, o
de formar opiniones acerca de nosotros mismos, de nuestro potencial o de
nuestras debilidades.
La verdad acerca de este dialogo interno es el
mecanismo mediante el cual programamos nuestra mente, y creamos la imagen
mental del futuro que deseamos edificar, tiene mucho sentido el prestar
atención a lo que estamos haciendo con esas catorce horas diarias de diálogo
mental. Sorprendentemente, varias investigaciones han mostrado que más del 80%
de este diálogo interno es negativo, pesimista, contraproducente y,
seguramente, nos impide utilizar nuestro verdadero potencial y aplicar el poder
de atracción
DANA MILANO
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