GASTAR EL DINERO
Cuando estamos
preocupados de gastar el dinero que poseemos, porque tenemos miedo de agotar
nuestras reservas, estamos construyendo una barrera que impide el libre fluir
de nuestros recursos.
Si consideramos que el
dinero está bien gastado, si sabemos que lo estamos invirtiendo en algo que nos
reconfortará, no tenemos ningún motivo para restringirnos en su uso. Por el
contrario, cuando gastemos nuestro dinero, debemos mentalizarnos que estamos
generando la circulación del mismo, ya que estamos abriendo las puertas a la
afluencia, para que llegue a nuestras manos mucha más riqueza de la que dejamos
partir.
Por eso cada vez que gastes
una suma, repítete mentalmente algo así como
el siguiente decreto:
"El dinero se va
multiplicado, por mil volverá. Me desprendo de esta suma para que llegue a mis
manos una mucho mayor. Dejo partir el dinero y me encuentro a la espera de
mucho más".
Acepta la abundancia
Vivir con temor a
padecer carencias es la mejor forma de atraerlas. La seguridad interior de que
nada faltará es la mejor garantía que lograr que todas las necesidades sean
satisfechas.
Esas certidumbres, que
parten de una actitud mental positiva, es posible materializarlas a través de
una proclama. Para hacerla, escribe sobre un trozo grande de papel de tu color
preferido, la siguiente oración: "La abundancia reina en esta casa.
Conjuro al Poder Celestial para que la prosperidad no falte en este
hogar".
Cuelga tu proclama de la
abundancia en alguna pared de tu casa.
Un secreto indispensable para enriquecer nuestra
existencia y mejorar nuestra calidad de vida, es el de desarrollar, cultivar y
fortalecer nuestra vida interior.
Dedique cada día unos
valiosos e importantes minutos para meditar relajadamente sobre lo que está
haciendo con su vida, hágase preguntas y busque calmadamente las respuestas en
su interior, hágalo en silencio y en paz.
Poco a poco empezarán a
surgir las respuestas.
Gracias por permitirme
entrar a tu vida.
DANA MILANO
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