EL SUICIDIO
Un suicido es
equivalente al asesinato de uno mismo y desde el punto de vista espiritual es
algo negativo, pues estás desperdiciando una oportunidad de progreso espiritual.
Equivale a un examen no presentado. Lo que interrumpes en ese momento tendrás
que volver a afrontarlo en la siguiente vida.
En el plano espiritual una persona que se suicida suele entrar en un estado de turbación en el
que rememoran una y otra vez el momento en el que cortaron su vida y perciben
el dolor que sintieron sus allegados como si fuera propio. En este proceso
llegan a tomar conciencia de la inutilidad del acto que cometieron. Cuando
muestran signos de toma de conciencia y arrepentimiento se les prepara para una
nueva encarnación, que suele ser bastante inmediata, donde tendrán que afrontar
las mismas pruebas que vinieron a superar en la vida que interrumpieron
súbitamente.
EL ABORTO
El asesinato de un
neonato no deja de ser un asesinato sólo porque no veamos la cara de la víctima y percibamos como sufre… Tampoco ven las caras de sus
víctimas los que ordenan un bombardeo y no por ello deja de ser menos grave el
delito que comenten.
El espíritu ligado a un
ser en gestación lo pasa tan mal como las personas que son torturadas hasta la
muerte
Respetar la vida, que es un don espiritual muy valioso
para evolucionar, y no tenemos autoridad para
la interrumpirla de ninguna forma
ni bajo ningún concepto abortar traerá como consecuencia mucho sufrimiento en ti y en las personas que te rodean .
LA PROSTITUCION
La versión hebrea de los
diez mandamientos que aparece en el Deuteronomio su traducción original no es “NO COMETERAS ADULTERIO ”, sino “NO
PROSTITUIRAS ” que equivale a decir. No fuerces a nadie a mantener relaciones
sexuales no deseadas.
Esto quiere decir que
nadie puede ser obligado a mantener relaciones sexuales no deseadas, ni dentro
ni fuera del matrimonio.
La prostitución es algo
negativo desde el punto de vista espiritual …Todo ser humano tiene derecho a
elegir libremente con quién quiere y no quiere tener relación de pareja,
incluyendo la relación sexual, y nadie puede quebrantar ese derecho. Por ello
nadie está obligado a unirse a otra persona si no lo desea, ni está obligado a
perpetuar una relación, si no lo desea, no puede ser forzada, pues esto sería
atentar contra su libre albedrío.
DANA MILANO
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