ESPIRITUALIDAD
Tarde o temprano brota
en todo corazón humano el deseo ,de espiritualidad, de Dios, o como se quiera
llamar.
Oímos a los místicos
hablar de una divinidad que les envuelve por todas partes, que está a nuestro
alcance y que, si fuéramos capaces de descubrirla, podría hacer que nuestras
vidas tuvieran sentido y fueran ricas y hermosas.
Tenemos una vaga idea a ese respecto, y es por ello leemos libros y consultamos a los gurús tratando de averiguar qué es lo
que deben hacer para obtener esa cosa tan esquiva que llamamos "espiritualidad".
Probamos toda clase de métodos, técnicas, ejercicios
espirituales y fórmulas... y, al cabo de años de inútiles esfuerzos, acabamos desanimados y confundidos nos preguntamos en qué nos
habremos equivocado. Y… nos culpamos
Si hubieran practicado las técnicas con mayor
regularidad, si hubieran sido más fervorosos o más generosos..., lo habrían
logrado.
¿Lograr qué?
El problema es que no tenemos muy claro en qué consiste esa espiritualidad que andamos
buscando, aunque sí estamos consientes , que nuestras vidas siguen siendo un fracaso y que seguimos siendo unos seres angustiados, inseguros,
llenos de miedo, resentidos, despiadados, avaros, ambiciosos y manipuladores.
Nunca nos detenemos a
considerar algo tan simple como es el hecho de que estos esfuerzos no van a llevarnos a ninguna parte
El esfuerzo no produce el crecimiento Espiritual
sea cual sea la forma que adopte(la fuerza, la costumbre, una determinada
técnica o un determinado ejercicio espiritual), el esfuerzo no origina el
cambio
El esfuerzo si puede
modificar la conducta, pero no cambia a la persona: "
No dependen de lo que hagas
(no se trata de una mercancía que pueda comprarse ni de un premio que pueda
ganarse); depende de lo que seas.
La Espiritualidad es una
Gracia llamada consciencia, visión, observación, comprensión...
Sólo con que encendieras
la luz de la consciencia y te observaras a ti mismo y cuanto te rodea a lo
largo del día; sólo con que te vieras reflejado en el espejo de la consciencia sin emitir juicio ni condena de ningún tipo,
experimentarías los maravillosos cambios de toda clase que se producen en ti.
¿De qué debes ser
consciente concretamente?
De tus reacciones y de tus relaciones… Estudia
esas reacciones, observa cuáles son exactamente y de dónde provienen,
Eso es todo lo que hace falta
para que brote la Espiritualidad.
DANA MILANO
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