CUANDO PERDONAMOS NOS
BENEFICIAMOS
Científicamente se ha
demostrado que perdonar resulta ser una
eficaz medicina, por ser una especie de bisturí simbólico que corta el cordón
umbilical que nos une al dolor, lo nutre y lo conserva. Su efecto positivo es en
la salud física y espiritual mejorando nuestra calidad de vida
Perdonar no es una tarea
fácil, porque requiere de una fortaleza
y valentía del que se siente ofendido.
Contrariamente a lo que muchos piensan, olvidar un agravio es un acto de
fortaleza, no de debilidad; porque involucra una gran dosis de voluntad para
superar la parte animal del ser humano y vencer el impulso de la venganza.
Cuando sentimos rencor estamos
dándole cabida a un mal sentimiento, pues cuando recordamos la ofensa o
pensamos en la persona o circunstancia que la provocó experimentamos
sensaciones molestas: frustración, dolor, ira, impotencia y ansiedad. Esa carga
tóxica, se instala en nuestro organismo y nos provoca angustia e infelicidad.
Además que se ha comprobado que el enfado, el rencor y
el resentimiento son emociones que nos conectan directamente con la
hipertensión arterial y otras enfermedades; además de producirnos molestias
como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres pero el
mayor perjuicio que nos provoca es en el
aspecto psicológico , porque apagan el
espíritu y nos desvalijan de energía positiva, creando emociones negativas en el cerebro que impiden
el funcionamiento sereno y equilibrado de una persona.
DANA MILANO
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