LA
FUERZA DE VOLUNTAD
“Si todos hiciéramos las cosas que somos capaces de hacer,
literalmente nos sorprenderíamos. Todo es cuestión de voluntad”. -Thomas Alva
Edison-
Cuando desarrollamos nuestra fuerza de voluntad nos
convertimos en personas que tenemos más control sobre nuestra vida, porque sabemos
encaminarnos por la vía que nuestro corazón y convicciones nos indican. Pero
desarrollar la fuerza de voluntad, en muchos casos a veces nos cuesta porque no
sabemos identificar nuestro verdadero deseo dentro del abanico de opciones que
tenemos.
Como ZenCoach y educadora de emociones te sugiero los
siguientes tips para facilitar ese
proceso.
1. Analizarse para conocerse: La premisa básica para
desarrollar la fuerza de voluntad es el autoconocimiento. A veces ni siquiera
sabemos qué queremos y como consecuencia nos enfocamos en un objetivo y la
voluntad nos falla. No logramos mantenernos, ni consolidar ese propósito.
2. Renunciar a la gratificación inmediata: Muchas veces las
acciones a realizar para conseguir una gratificación inmediata van en contra de
las que hay que realizar para conseguir una gratificación. La alternativa entonces
es ceder al placer momentáneo y sucumbir al deseo inmediato.
3. Recompensarse: Uno ayuda mucho a la voluntad cuando
divide los grandes objetivos en pequeños retos y se recompensa cuando los
consigue. Este refuerzo es en esencia un alimento para la voluntad. Pero,
cuidado con la forma como nos premiamos por nuestros esfuerzos.
4. Relajarse, este es un factor clave para desarrollar la
fuerza de voluntad: Siempre que estamos haciendo algo que nos origina displacer
se produce un conflicto interno. Sobre todo al principio, aparece un estrés al
que tenemos que darle salida.
5. Escribe tus motivos: Las palabras y los mensajes
positivos tienen un enorme poder. Por eso una de las recomendaciones para
desarrollar la fuerza de voluntad es nutrirnos de ellos. Tener por escrito, las
razones que te llevaron a tomar esa decisión que pone a prueba tu firmeza es de
gran ayuda porque volverán a enfocarte
en lo importante.
Desarrollar la fuerza de voluntad es necesario para vivir
mejor. La sensación de que estamos al mando del barco alimenta la seguridad en
nosotros mismos, el amor propio y la autoconfianza, preparándonos para desafíos
mayores y más elevados. Además que la fuerza de la voluntad nos dice que nada
es imposible cuando la voluntad es indomable y cuando hay determinación.
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