PERDONA, PERSONA, PERDONA, LIBERA, LIBERA, LIBERA, PERMITE,
PERMITE, PERMITE
Observemos cada área de nuestra vida para ver que nos
molesta que rompe nuestra paz, que o
quien nos impulsa.
Observemos esas cosas en cada uno de nosotros que son
espectaculares y estamos perdiendo, observemos; porque nos hemos olvidado que tenemos el derecho
a conservarlas?
Lo único que debemos hacer es colocarnos por encima de nuestro
pasado y dejar de aferrarnos a él, haciendo el esfuerzo de perdonar en cada lugar donde
encontremos el perdón. Cada uno de nosotros trabajemos por recuperar el volver a ser una persona
admirable liberándonos de nuestro pasado
quitando nuestra energía de allí.
Perdona, perdona, perdona, libera, libera, libera, permite,
permite, permite solo así recuperaremos nuestro poder, poniendo de manifiesto
las virtudes de las cuales somos dignos.
El mejor camino es alejarnos de las emociones que nos
desgastan y destrozan. La vida se vive
mucho mejor cuando somos capaces de levantarnos, sacudir el polvo de nuestras
rodillas y marcharnos en lugar de vivir y repetir las mismas experiencias sin
encontrarles una resolución, aprendamos a abandonar las situaciones que solo
nos producen fricción, para que no tengamos que volver a quejarnos.
Liberemos nuestras cargas, arrebatémosle el poder a la
pena, el sufrimiento, la miseria, la angustia para que dejemos el camino libre y pueda llegar al fin a nuestra vida la paz y la armonía que son nuestro derecho
divino.
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