CERRAR UNA PUERTA PARA ABRIR UNA DISTINTA NUNCA SERA UN
ERROR
Nuestra vida, nuestro día a día requieren de armonía y para
que esto pueda ocurrir es bueno entender que las cosas, se aceptan, se dejan o
se cambian, ya que toda resistencia es un palo en el camino, toda negación a la
verdad es una venda más en los ojos.
La armonía consiste en aprender a dejar ir, en aprender a
hacer cambios y cerrar etapas, aunque no todo en nuestra vida se puede cambiar,
o arrancar de raíz de ciertos espacios, de ciertas realidades que nos quitan la
calma y el equilibrio personal, de situaciones que nos hacen vivir una
felicidad a medias. La clave de una vida en armonía esta en entender que, hay
cosas que se aceptan, pero no sin antes hacer un cambio en ti. Aunque el mundo
en el que vivimos actualmente nos invite con frecuencia a desechar las cosas
cada cierto tiempo para reciclar lo aburrido por lo estimulante, lo antiguo por
nuevo. Porque las cosas que se aceptan destilan para mucho de nosotros cierto
derrotismo, cierta sensación de no tengo más remedio qué...
La educación emocional y su terapia de aceptación y
compromiso nos ayudan a entender las cosas de otro modo, porque nos propicia
una auténtica flexibilidad psicológica que resulta de saber reconocer nuestras
emociones.
Aceptar no es asumir, es entender qué me ocurre y cómo me
siento cuando estoy con alguien, o cuando hago algo en concreto.
Aceptar es aprender a vivir el presente, pues esperar a que
las cosas cambien, o que otros actúen como nosotros esperamos es perder el
tiempo. Nuestra madre controladora no va a cambiar, nuestro jefe explotador no
será un jefe que practique la inteligencia emocional el mes que viene.
Es nuestra responsabilidad tomar plena conciencia de cómo
son las cosas, de que hay ciertas personas que no van a cambiar su forma de ser
o comportamiento, y las aceptemos tal y como son. Pero...aceptarlas no
significa aceptar el trato que nos dispensan. Tenemos que recordar cuáles son nuestros
valores, nuestros principios y necesidades para crear un compromiso real con ellos.
También hay instantes en nuestra vida, en que los alientos
se acaban y el aguantar un poco más nos lleva a un callejón sin salida. Son
momentos de gran dureza, de gran dificultad donde solo dejar ir, cambiar de
aires, de vida, de escenarios nos traerá la armonía que necesitamos.
Cerrar una puerta para abrir otra distinta nunca será un
error. La felicidad nunca está garantizada cuando hacemos un cambio, eso es
cierto, sin embargo, el peor fracaso es quedarnos donde solo crece la
decepción.
Aprendamos a aplicar en nuestra vida ese sencillo principio
de la aceptación donde el miedo o la indecisión no tienen cabida y aprendamos
de una vez por todas que las cosas se aceptan, se cambian o se dejan.
#DANAMILANO
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