lunes, 21 de marzo de 2016

SER BUENO ES UNA VIRTUD QUE POCOS ENTIENDEN

SER BUENO ES UNA VIRTUD QUE POCOS ENTIENDEN

El psicólogo Antoni Bolinches en su libro “El secreto de la autoestima” nos dice que la bondad, a pesar de ser una fuente esencial de gratificación y autoafirmación, es también una desventaja para el éxito social. La razón de ello reside en que a veces, quien actúa con “coherencia ética” no siempre es bueno compitiendo frente a otros.
La gente buena no ha sido siempre gente alegre. En su corazón se esconden múltiples desvelos y decepciones que  disimulan con sonrisas llenas de cercanía. Ya que la bondad es una virtud, lo queramos o no, en ella siempre se esconden unas gotas de tibia tristeza, y la necesaria para centrarnos en lo importante, para depurar ilusiones y saber “quien sí y quien no”. Si hay algo que caracteriza a la gente buena o noble, es que en sus tristezas no cabe el resentimiento o la amargura. Jamás utilizarán el rencor para dañar a otros.
No vamos a entrar aquí en el tradicional debate de si el hombre es bueno por naturaleza o si se hace con el tiempo. Lo que sí tenemos claro es las buenas personas luchan cada día por mantener sus esencias.
Estamos en un mundo donde,  por ejemplo, el éxito  está ligado a la competición y en el que la nobleza se relaciona a veces con “fragilidad”. Todo ello nos hace caer muchas veces en un tipo de neurosis social muy compleja.
Las personas con nobles ideales, preocupadas por el prójimo al igual que por uno mismo, no abundan demasiado. Ahora bien, ello no quiere decir que el resto “seamos malos”. No debemos ver nuestra realidad en términos absolutos de blanco o negro o bueno o malo, la psicología humana no funciona de este modo. Existen múltiples matices y recorridos personales que nos han permitido ver el mundo de una forma u otra.
Pues La bondad no solo forma parte de un recorrido interno ya que su reflejo también puede verse desde el exterior. La bondad nos lleva a integrar una fase en la cual sanamos heridas, aliviamos decepciones, curamos alguna que otra traición y ante todo, llegamos a la aceptación de nosotros mismos lo que trae como consecuencia que podamos focalizarnos en los demás como lo hemos hecho con nosotros mismos
La bondad también necesita espacios propios
La nobleza, la bondad, el respeto o la gratitud, además de ser virtudes son fortalezas. A pesar de que son rasgos que todas las personas poseemos en mayor o menor medida, es interesante tener en cuenta que quien las asume como propias  y las practica a menudo, se beneficia además de una buena salud tanto física como mental.

La gente buena goza de una sensación de bienestar cada vez que ayuda, apoya o invierte sus esfuerzos en los demás, porque en su cerebro se activa un circuito neuronal asociado al placer y la recompensa. Además de ello, se segregan diferentes “químicos” asociados a la felicidad, como son la dopamina y la oxitócina.
Ser bueno no es sinónimo de ser ingenuo. Ser bueno es esa virtud que los ingenuos y aquellos que se hacen llamar sabios no entenderán jamás.

DANA MILANO #danamilanocoach

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