LO QUE VIENE CON LA
INFLUENCIA PLANETARIA
Este fin de semana desde
la primera luna llena del 15/16/17 de enero empezó nuestra posibilidad de explorar más profundamente la naturaleza del
ego y el espíritu, lo mundano y lo divino, para descubrir dónde
podemos estar engañándonos a nosotros mismos y la forma de rectificar el rumbo.
Esta influencia celestial permanecerá con nosotros hasta la segunda
semana de abril, es un triángulo formado por Júpiter, Quirón y Plutón, a través
del cual sentiremos la necesidad de
fomentar un ego sano al tiempo que podemos reconocer la posibilidad de caer en un ego malsano sin siquiera darnos cuenta.
En muchas enseñanzas
espirituales se habla mucho del ego
aprendemos que el Ego está en la raíz de todo sufrimiento, por lo tanto esto
nos lleva a identificarnos personalmente con el sufrimiento en nuestras
vidas y nos decimos a nosotros mismos, ESTE ES MI DOLOR y así
definimos nuestra experiencia .
También a través del Ego podemos identificarnos con el placer,
aferrándonos a él por temor perder
empleando el "yo" y el
"mío". Oímos hablar de la necesidad de trascender el sufrimiento, de
dejar de lado la identificación y liberarnos del deseo. Lo cual está bien,
excepto que hay más en lo referente al ego de lo que parece y la incapacidad para cultivar un ego sano
puede echar por tierra severamente no sólo el cumplimiento de nuestro
potencial, sino también nuestra relación con la Divinidad.
Tenemos un ego sano cuando:
1) Tengo la capacidad
de mantener un nivel de respeto de mi mismo, que facilite la comunicación
honesta, el ajuste de límites apropiados en las relaciones
2) Tengo la capacidad
de reconocer el mérito y el derecho al respeto de otras personas, sin la
necesidad de sentirse "mejor que" o superior a ellas.
3) Tengo la capacidad de tolerar la diferencia sin necesidad
de juzgar a los que vemos diferentes a
nosotros.
4) Tengo La capacidad
de reconocer el valor de toda vida y de
actuar para protegerla y nutrirla
5) Tengo la capacidad de admitir los errores y aprender de los demás
sin sentir que esto disminuye nuestro propio valor esencial
6) Tengo La capacidad
de mantenerme en pie, frente a la oposición
en asuntos de conciencia, sin hacerlo de manera violenta o agresiva.
Tenemos que discernir la
mejor manera de permitir actuar al ego. Lo que nos lleva este mensaje planetario es que necesitamos de
nuestros egos sanos y fuertes para desplazarnos por lo que viene. Y un ego
fuerte no es uno intimidante, sino como decía Shakespeare " un ego que
pueda soportar golpes y dardos de la insultante fortuna sin desmoronarse en la desesperación, el odio
a sí mismo y la resignación, sin hincharse en el narcisismo, la arrogancia y
las demandas no negociables de la satisfacción personal”
DANA MILANO
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