viernes, 17 de enero de 2014

LO QUE VIENE CON LA INFLUENCIA PLANETARIA

LO QUE VIENE CON LA INFLUENCIA PLANETARIA
Este fin de semana desde la primera  luna llena del 15/16/17  de enero empezó nuestra posibilidad de  explorar más profundamente la naturaleza del ego y el espíritu, lo mundano y lo divino, para descubrir   dónde podemos estar engañándonos a nosotros mismos y la forma de rectificar el rumbo.
Esta  influencia celestial  permanecerá con nosotros hasta la segunda semana de abril, es un triángulo formado por Júpiter, Quirón y Plutón, a través del cual sentiremos  la necesidad de fomentar un ego sano al tiempo que podemos  reconocer  la posibilidad de caer en un ego  malsano sin siquiera darnos cuenta.
En muchas enseñanzas espirituales  se habla mucho del ego aprendemos que el Ego está en la raíz de todo sufrimiento, por lo tanto esto nos lleva a   identificarnos  personalmente con el sufrimiento en nuestras vidas y nos decimos a nosotros mismos, ESTE ES MI DOLOR  y así  definimos nuestra   experiencia .
También  a través del Ego  podemos identificarnos con el placer, aferrándonos a él por temor perder  empleando  el "yo" y el "mío". Oímos hablar de la necesidad de trascender el sufrimiento, de dejar de lado la identificación y liberarnos del deseo. Lo cual está bien, excepto que hay más en lo referente al ego de lo que parece  y la incapacidad para cultivar un ego sano puede echar por tierra severamente no sólo el cumplimiento de nuestro potencial, sino también nuestra relación  con la Divinidad.
Tenemos  un ego sano cuando:
1)   Tengo  la capacidad de mantener un nivel de respeto de mi mismo, que facilite la comunicación honesta, el ajuste de límites apropiados en las relaciones
2)   Tengo  la capacidad de reconocer el mérito y el derecho al respeto de otras personas, sin la necesidad de sentirse "mejor que" o superior a ellas.
3)   Tengo la capacidad de tolerar la diferencia sin necesidad de juzgar  a los que vemos diferentes a nosotros.
4)   Tengo  La capacidad de reconocer el valor de toda vida  y de actuar para protegerla y nutrirla
5)   Tengo la capacidad  de admitir los errores y aprender de los demás sin sentir que esto disminuye nuestro propio valor esencial
6)   Tengo  La capacidad de mantenerme  en pie, frente a la oposición en asuntos de conciencia, sin hacerlo de manera  violenta o agresiva.

Tenemos que discernir la mejor manera de permitir actuar al ego. Lo que nos lleva  este mensaje planetario es que necesitamos de nuestros egos sanos y fuertes para desplazarnos por lo que viene. Y un ego fuerte no es uno intimidante, sino como decía Shakespeare " un ego que pueda soportar golpes y dardos de la insultante fortuna  sin desmoronarse en la desesperación, el odio a sí mismo y la resignación, sin hincharse en el narcisismo, la arrogancia y las demandas no negociables de la satisfacción personal”

DANA MILANO

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