lunes, 13 de enero de 2014

EL SACRIFICIO

EL SACRIFICIO

En la mayoría de nosotros está muy arraigada  la idea de que tenemos que sacrificarnos para obtener algo que consideramos importante para nuestra vida y para la vida de nuestros seres queridos.
El concepto de sacrificio está  grabado  en nuestro subconsciente y fortalecido en la larga historia de la humanidad centrado en la idea de tener que luchar y sufrir para obtener algo mejor.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es que algunas personas tienen tanta Buena Suerte, y obtienen tan buenos resultados en su vida, como si fuera por Arte de Magia? ¿Piensas que hay algún código secreto para triunfar en la vida que solamente unos pocos elegidos han conseguido descifrar?
Afortunadamente  poco a poco hemos ido  advirtiendo que fuimos creados en medio de todo lo necesario, que ya somos todo y que ya tenemos todo lo que nos pertenece y que nuestra única tarea correspondería a agradecer todos esos regalos y disponernos a recibirlos en el amor. Pero  cuando actuamos motivados por el sacrificio,  para superar alguna circunstancia o condición, cualquier acción surgida del sacrificio puede dar un fruto, pero ese fruto no tendrá el sabor dulce de la entrega que podría tener si fuera gestado de la alegría, del agradecimiento y del amor.
 Las energías utilizadas en nuestras  acciones sacrificadas  siempre crearan una sensación de deuda. Debe ser por eso que es muy común escuchar a los padres decir a sus hijos: “es que no entiendes el sacrificio que he estado haciendo por ti”. Esto mismo se puede aplicar a todas las áreas de la vida, en el trabajo, con la pareja, en la familia, en las sociedades, en la comunidad, en todas partes.

Una vida centrada en el sacrificio no tiene razón de ser. Si somos amados y nuestro bien está asegurado, no existe la necesidad de sufrir para lograr nuestros objetivos. Podemos pedir y aceptar todo lo que necesitamos para nosotros y para nuestros seres queridos en medio de la alegría de saber que todo es mucho más fácil de lo que pensamos.
El universo está dispuesto a darlo todo al mismo tiempo porque es rico y abundante. No hay necesidad de pedir proporciones o trozos dentro de esa inmensa abundancia natural. Si lo hacemos así, así se nos dará. Como sea nuestra voluntad, así será.

DANA MILANO



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