RECOMENDACIÓN
PARA CUANDO DESPIERTAS
El primer pensamiento es la semilla de tu creación para
el resto del día.
Cuando abras los ojos, siéntate un momento y agradece el
regalo de un nuevo día, crea un pensamiento de paz y disfruta de unos momentos
de silencio.
La paz es sencillez. La sencillez es belleza. Proponte un
día como el día de la sencillez. Habla poco, escucha con atención. Haz algo de
forma incógnita por alguna persona cercana. Come algo sencillo y lo más natural
posible. Dedica espacios de tiempo a “no hacer nada”, tan solo pasear, observar
y vivenciar el momento. Permite que la mente se abra a una sensibilidad más
profunda y silenciosa. Intenta apreciar cada escena y a cada persona tal como
es. Por la noche, escribe tus descubrimientos. Observa el estado de tu mente.
Piensa en todas aquellas cosas que te preocupan, anótalas
en un papel. Observa y reflexiona sobre aquellas que puedas hacer algo,
anótalas en otro papel. Escribe al lado de las que puedes controlar, lo que
puedes hacer al respecto y libérate de todas aquellas preocupaciones por las
que no puedas hacer nada. Esta es una buena lección para aprender a estar en
paz.
Haz este sencillo ejercicio durante un minuto cada hora y
te asombrarás del resultado: Respira lenta y profundamente. Relájate y piensa:
“Soy un ser de paz, estoy en paz, amo la paz y comparto la paz con los demás.”
Haz algo cada día por los demás desinteresadamente. Crea
el hábito de disfrutar por el hecho de hacerlo, no por la recompensa y descubre
el fruto de esa acción. El mejor regalo es dar felicidad y terminar con el
sufrimiento.
Eres lo que piensas. Piensa que eres un ser Amor y de paz
y el Amor la paz se convertirá en tu nueva personalidad. Comparte buenas
noticias con los demás. Ten siempre preparado algo interesante para compartir
con las personas que te vas a encontrar. Practica cada día y en diferentes
momentos el crear pensamientos de armonía y paz.
DANA MILANO
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