LA FALTA DE HUMILDAD
La falta de humildad
está en la de la vanidad, en la del
orgullo y en la de la soberbia, y está más acentuada en el vanidoso que en los
otros dos, por ser una etapa menos avanzada. Y esto es una característica
propia de la vanidad, el querer ser más que los demás y el no querer ser menos
que nadie.
Tenemos una gran dificultad en admitir nuestro propio
egoísmo. Por esta razón nos esforzamos mas en disimularlo que en corregirlo por
eso no podemos superarlo y Ensalzamos a los que nos alaban mientras que criticamos a aquellos que nos dicen la verdad con el
propósito de que avancemos.
Hay muchas personas hoy
en día que dicen querer despertar a la espiritualidad y que quieren hacer algo
por los demás. Y eso está bien. Pero antes de ayudar a los demás hay que
mirarse bien a uno mismo y saber si lo que se quiere hacer es por ayudar a los
demás o es para obtener admiración y reconocimiento de los demás…. Si es lo
segundo entonces es mejor no hacer nada. Es bueno mirar primero dentro de uno
mismo y ser consientes de hasta dónde llega nuestra capacidad. Ayudar a la gente no
es fácil y requiere una gran preparación ya que podemos llegar a confundir a los demás en vez de ayudarles.
Hay formas de egoísmo
que interfieren especialmente en el desarrollo del amor al prójimo y si no se
combaten, las personas llegan a reemplazar la intención de amar al prójimo por
la intención de aprovecharse del prójimo. Estas formas son la perfidia, la envidia, la ambición y la
hipocresía, el afán de protagonismo y la arrogancia.
DANA MILANO
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