PERDONAR PARA SANAR
Tú puedes aceptar o rechazar como otras personas te
trataron, pero hasta que no sanes las heridas de tu pasado, continuarás
sangrando.
Puedes cubrir la sangre
que gotea refugiándote en la comida, el alcohol, las drogas, el trabajo, el
cigarrillo o el sexo, pero de una forma
u otra asomará y teñirá tu vida.
El primer paso para
romper las ataduras es aceptar que no podras cambiar nada de lo que ocurrió
El segundo paso consiste en encontrar la fuerza necesaria para
abrir la herida, meter la cabeza en ella, sacar el dolor…La memoria oculta y
hacer las paces con ella, por mucho que pienses que puede doler y aunque
la hayas eludido durante mucho tiempo.
Sólo así te puedes liberar del pasado.
Hasta que no seas capaz
de sentir el dolor y hacerte vulnerable a él, no podrás sanar.
DANA MILANO
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