viernes, 31 de enero de 2014

AL MAL TIEMPO BUENA CARA.

AL MAL TIEMPO BUENA CARA

Podemos sentirnos frustrados, ansiosos, enojados, preocupados, defraudados, etc. cada día cuando  nos enfrentamos a múltiples situaciones, algunas más complejas que otras
Cuando permitimos que  esas emociones negativas nos dominen, nuestro día ira de mal en peor. Pero  si aprendemos a utilizar esas emociones de una forma positiva, podremos sacar un beneficio inclusive  de la situación más complicada y usar esa energía extra que nos producen esas emociones, para realizar  acciones útiles que nos permitan revertir la situación.
Pero desafortunadamente  algunas veces, la situación que nos hace sentir una mala emoción, se escapa a nuestro control y nos dejamos llevar por ella   centrándonos  mas en el problema y como resultado un tenemos aumento de tensión, frustración, enfado. La próxima vez que te sientas  enfadado , o que te sientas irritado, preguntate:
¿Qué esperaba yo que ocurriera?
¿Esta situación escapa a mi control, no depende de mí?
¿Puedo hacer aun algo para que el resultado que yo esperaba se produzca?
Estas preguntas te servirán a pesar del problema para  poder hacer  algunos cambios y obtener el resultado que  esperabas , ayudándote  a centrar  en el resultado deseado, no en el problema. Si le decimos a nuestra mente: Aun quiero esto. Nuestro cerebro intentara buscar diferentes caminos para llegar a ese resultado.
Todo lo contrario cuando nos limitamos a quejarnos y decir: ¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Justo ahora tenía que pasar esto? ¿No hay más problemas para que me toquen hoy? Todo me ocurre siempre a mí. Nuestra mente se enfocara en recordar todos los problemas que hemos tenido con anterioridad, porque eso es lo que le estamos pidiendo con nuestras preguntas.

Si la situacion se escapa de  nuestro control y no podemos hacer nada para revertirla, podemos practicar nuestra paciencia, pedir ayuda, tratar de ver la situación  desde otro punto de vista más positivo, aceptar que es algo que no podemos modificar por mucho que nos enfademos.
Veamos esta situación en nuestra vida diaria:
Vas de viaje y te dicen que tu avión  no saldrá  a su horario. Tú no puedes subirte a la torre de control para hacer que los demás  hagan sus maniobras más deprisa. Tampoco puedes tomar otro avión que salga antes. Entonces.... ¿Qué  ganas protestando, refunfuñando, quejándote  a todo el mundo? ¿Sabes que ganas? Ponerte más y mas nervioso, contagiar a los que están  contigo, perderte un precioso momento en el que podrías  estar haciendo otras cosas, como escribir una carta a una amigo, a tu madre, a tu pareja. O leyendo un libro, o decenas de cosas mucho más sanas y útiles que pasarte las dos horas que tengas de espera malhumorado  con la cara larga!
Tu puedes decidir cómo interpretar todo lo que te sucede. Puedes decirte que es una desgracia y sufrir como un desgraciado. O puedes elegir decirte que tienes dos horas libres que no esperabas y que puedes usar en diseñar como quieres que sea tu vida!!

Siempre hay  razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.” Pongamole al mal teimpo buena cara “

DANA MILANO

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