HABLAR CON TACTO.
Es una cualidad que deberíamos cultivar con pasión.
Hablar con tacto nos engrandece como persona y nos gana sinnúmero de simpatías.
Mientras los tiempos son más difíciles, mientras el entorno está más cargado de
tensión, conflicto y agresiones verbales, más tacto nos hace falta al hablar
El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) define
el tacto, en sentido figurado, como la
habilidad para hablar u obrar con acierto en asuntos delicados, o para tratar
con personas sensibles o de las que se pretende conseguir algo.
Se trata de hacerlo con delicadeza, con diplomacia.
Resulta incómodo hablar de cosas difíciles, señalarle a alguien un problema,
decir algo que sabemos será difícil de aceptar, pero….. ello se puede realizar
si lo hacemos con franqueza, y si la otra persona aprecia que nuestras palabras
denotan un sincero interés por ella.
Al hablar la regla de oro es no causar dolor, sino acariciar los tímpanos de nuestros
oidos. ….
Se puede comenzar por reflejar con nuestras palabras que
no estamos imponiendo nada, sino que estamos pidiendo algo que la otra persona
puede darnos. “Podría por favor…”, “Disculpe usted, pero le podría pedir si…”,
“Sería usted tan amable de darme…”, “Cuanto agradecería su gentileza en
ayudarme a…”, “Dime no si es muy difícil, pero te podría pedir…”, “Tengo un
problema y creo que tú eres la persona indicada para…”, son expresiones, con
las cuales, usando tacto, podemos pedirle a otra persona algo que sabemos ella
puede hacer por nosotros. Los insultos, el desprecio, el sarcasmo, la burla, el
descrédito en nuestra expresión verbal, hieren a los demás
La lengua puede ser un arma o una caricia…... Es la vida
o la muerte de nuestras conversaciones. Por eso, hay que saber escoger las
palabras antes de expresarlas, para hablar con tacto. Una mala elección puede
ser fatal. Una buena elección puede llevarnos al éxito. Nuestras palabras
pueden crear sentimientos de felicidad, de amor, cercanía, gratitud y, lo más
seguro, una radiante alegría. Con tacto podemos consolar, reconfortar,
inspirar, motivar, elevar. Pero otras palabras pueden crear sentimientos de
dolor, tensión y enojo.
Finalmente, el tacto implica que debemos darle música a
nuestra voz. Me refiero a que hablemos a otros de una forma que sea una
experiencia placentera para sus oídos. ¿Cómo podemos hacerlo? Con el tono de
voz que sea como una bella pieza de música. El tono de voz siempre tendrá un
efecto en la reacción del que escucha. Cuando se usa con tacto, es calmado y
placentero. Es que cada tono de voz da una energía diferente y conlleva un
mensaje específico. Un tono de voz enojado y uno que es muy suave y gentil dan
mensajes muy diferentes. Frustración, irritación, molestia, ira y decepción,
todas ellas pueden ser detectadas en el tono de voz. Ciertas personas son muy
sensibles a esto y otras menos, pero casi todas serán afectadas. Nuestro
mensaje puede ser mayormente aceptado si lo expresamos en un tono de voz que
refleje comprensión y respeto. En realidad, lo más importante no siempre son
las palabras que decimos, sino el tono que empleamos. Hablar con tacto y decir lo que
conviene en el momento adecuado, es hacerlo siendo sensible a los sentimientos
ajenos, y es darle un estilo personal a nuestros diálogos con los demás.
Gracias por permitirme entrar en tu vida!!
DANA
MILANO,
Excelente,comparto esa misma inquietud de querer transmitir esa informaciòn
ResponderEliminarExcelente,comparto esa misma inquietud de querer transmitir esa informaciòn
ResponderEliminar¡WOW !que manera tan elocuente para explicar las cosas.
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