SER BONDADOSOS PARA SENTIRSE MEJOR
Dar ayuda a los demás protege la salud en general dos veces
más que la protección que ofrece la aspirina, contra las enfermedades del
corazón
Un mayor deseo de ayudar es un aumento del sentido de
conexión con el mundo, una manifestación de la naturaleza humana superior o
mejor, un rayo de esperanza en medio del caos y el conflicto de la vida
cotidiana.
Cuando ayudamos a alguien le estamos ofreciendo una parte
muy importante de nosotros. Nunca será suficiente el agradecimiento a aquel que
no te abandonó en los malos momentos. Por eso, ofrecer buenas palabras, buenos
sentimientos, buenos actos y buenos pensamientos es muy importante, ya que esto
nos ayudará a recordar el valor de la bondad y del ofrecimiento a los demás.
El resultado de tener actos de bondad se traduce en un sentimiento de paz y alegría que perdura en
quien lo hace, en quien lo recibe y quien lo presencia. Las acciones completamente
altruistas y desinteresadas provocan en quienes las ven, sentimientos de paz y
sosiego que por sobrevenir de forma inesperadas, quedan grabadas y perduran
porque estos actos por pequeños que sean quedan en nuestra memoria y pueden
resultar inspiradores en momentos difíciles.
Por esta razón debemos ser bondadosos ya que esta acción tiene
efectos positivos en tres vías: el que lo hace, el que lo recibe y el que lo
presencia.
Numerosos estudios científicos han demostrado que cada vez
que un simple acto de bondad se extiende de un ser humano hacia otro, da lugar
a una mejora significativa en el funcionamiento del sistema inmunológico y aumenta
la producción de serotonina tanto en quien ofrece el acto como en quien lo
recibe.
Lo que ha resultado más sorprendente para los
investigadores ha sido comprobar que las personas que observan el acto de
bondad también experimentan un refuerzo similar del sistema inmune y
experimentan un aumento en la producción de serotonina. Otros beneficios de la
bondad son el alivio de la tensión, reducción del dolor crónico, una mejora
significativa en problemas de insomnio.
Por lo tanto ayudar y tener actos de bondad para quien lo
necesita no es parte de un deber sino de bienestar y felicidad
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